Noticias de Antonio Vivaldi
Encuentra tu conciertoLa imagen de “Venecia-toda-música” es uno de los muchos mitos construidos a lo largo del tiempo, sobre todo por los reportajes de los viajeros eruditos (de Brosses, Rousseau, Burney, Goethe, Musset, Wagner, Proust), los mismos que tal vez fantaseaban sobre los increíbles excesos del semestre de Carnaval (del 5 de octubre a la Ascensión), en el que “los párrocos serían renegados por sus feligreses, y el obispo por los sacerdotes, si no llevaban la máscara sobre la nariz, o al menos en la mano” (de Brosses).
Es cierto, sin embargo, que la cantidad de música ejecutada era impresionante: dejando de lado los teatros, la “ciudad musical” vivía en la capilla del Doge, en los conciertos sagrados de los cuatro hospitales, en las actividades de las cuatro grandes Escuelas y en la iglesia catedral de Castello; además, más de doscientas cofradías laicas gestionaban alrededor de 170 iglesias y sus fiestas de los santos patronos, mientras que todas las iglesias, además de las temporadas musicales individuales de Navidad, Cuaresma, Pascua y Pentecostés, cuidaban celebraciones privadas como bautizos, bodas, onomásticos, monacaciones y exequias.
Una actividad frenética, a menudo con dos o tres eventos al día simultáneamente, a cargo de músicos provenientes de San Marcos y de los hospitales, con una constante distribución de música, nueva o repetida como tal.