El último decenio

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El último decenio

Después de Roma, Vivaldi visitó Viena, donde fue muy apreciado por el emperador austríaco Carlos VI, quien le otorgó un título y varios obsequios. A cambio, Vivaldi regaló a Carlos VI dos conciertos dedicados a él, una práctica común entre los músicos de la época para obtener dinero.

Es probable que Antonio regresara una segunda vez a Viena, aún acompañado por su padre, Giovanni Battista, quien falleció en 1736. Justamente durante los años treinta del siglo XVIII, aunque Vivaldi continuaba viajando y presentando óperas, su fama comenzó a decaer en Venecia.

Los peores años fueron entre 1736 y 1738, cuando una prometedora actividad operística en Ferrara fue abruptamente impedida por el cardenal Ruffo, quien (aún) no aceptaba que Vivaldi no celebrara misa y conviviera con Anna (conocida como Girò). La peor consecuencia fue la pérdida de una gran cantidad de dinero ya invertido. Entre 1740 y 1741, Vivaldi dejó Venecia para trasladarse a Viena en un intento de obtener un puesto en la corte, intento que fracasó también debido al fallecimiento de Carlos VI.

Murió el 28 de julio de 1741 y fue enterrado el mismo día en una fosa común. El cementerio ya no existe.